Mi familia está conformada por más hombres que mujeres, en donde somos tres hermanos y una sola hermana. Igual fue en mi niñez y adolescencia ya que pasaba mi dÃa a dÃa en un colegio que sólo era de alumnos hombres.
Sin embargo, hoy en dÃa, ya de adulto, me doy cuenta que me formaron grandes mujeres y que marcaron mi vida. Mi madre, sinónimo de solidaridad y fortaleza, una profesora de profesión y vocación que compartÃa su conocimiento con cientos de alumnos de los que se preocupaba como hijos. Mi hermana, siempre segura de sà misma y que sin dudarlo, te regalaba pedazos de su enorme corazón. Mis profesoras, que lograron ser segundas madres para mà y mis amigas que lograron desmitificar ideas idealistas e irracionales que tuve sobre las mujeres.
Por último, está mi enamorada, a quien agradezco por todo lo que aprendo estando a su lado, con quien nos acompañamos en el dÃa a dÃa, aquella que ilusiona mi vida y a quien admiro por la bondad y fortaleza que tiene y la pasión que muestra al vivir.
No, esto no es una oda a la mujer, y su belleza y femineidad; sino una confesión de que por muchos años durante mi niñez y adolescencia estuve cegado, pensando equivocadamente que por ser hombre tendrÃa que ser un personaje fuerte y cuidador, el protector de este ser “tan vulnerable y frágilâ€, que por el simple hecho de su género, no podÃa afrontar al mundo con su propia fuerza y determinación.
El dÃa que abrà los ojos y entendà que somos más parecidos de lo que creÃa pude ser libre y dejar ser libre. Comprendà que las mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades que cualquiera; que fácilmente son más fuertes que un hombre y que sus cuerpos no están hechos de porcelana. Que femenino no es rosado y que para ser mujer no tienes que ver pelÃculas románticas y llorar con finales felices.
Lamentablemente estas creencias aún se escuchan en nuestra sociedad. Pequeñas ideas que parecen inofensivas pero que pueden terminar siendo letales hasta llegar al feminicidio. Es por esto que hoy se conmemora el DÃa Internacional de la Mujer. No porque las mujeres sean lindas y merezcan el agasajo de los hombres en su dÃa, sino porque recordamos que muchos años atrás 129 mujeres murieron en un incendio mientras levantaban su voz de protesta por las condiciones de desigualdad que tenÃan en comparación a los hombres.
En realidad, hoy recordamos a las mujeres para no continuar olvidándolas. Para no olvidar que aún falta mucho para llegar a una verdadera igualdad de oportunidades y para entender que debemos hacer algo (principalmente en nuestro paÃs) para dejar de perder sus vidas.
Excelente!!!
Excelente y muy real el artÃculo, sigamos apoyando para que la mujer sea considerada en su verdadera dimension