Cada persona tiene sus propias características, físicas y de personalidad; y el conjunto de estos criterios define su color, un color simbólico, como lo vimos en el artículo anterior. Esto nos permite concluir que no hay alguien mejor que otro en el tema de las relaciones; pero sí hay alguien mejor para cada quien.

Si todos somos colores y cada color tiene su propio valor ¿Qué color soy, y qué color busco?

Para poder responder estas preguntas, plantearé un ejercicio práctico y sencillo, que utilizo con mucha frecuencia en las sesiones psicoterapéuticas. Primero, es importante que identifiques dos o tres amigos o amigas muy cercanas a ti, aquellos que consideres tus mejores amigos. Luego, vamos a hacer un análisis exhaustivo sobre las cosas que más te gustan de ellos. Para que el ejercicio funcione, necesitamos ser muy detallistas en las características que puedas encontrar y recomiendo no quedarte satisfecho con aquellos criterios más resaltantes. Es necesario identificar hasta las formas más básicas, aquellas que son obvias para ti pero que por eso son las más trascendentales para esta actividad, por ejemplo: que te respeten o que sean honestos.

¿Hay algún criterio que se repite en las personas que escogiste? ¿Cuáles son los que no se repiten?

Con estas respuestas podrás ir sacando un perfil de aquellas características que valoras bastante en una relación de amistad. Aunque parece súper sencillo,  ¡ya estamos definiendo una paleta de colores! Para hacer más completo el ejercicio, te recomiendo que jerarquices y le pongas un valor a cada una de estas características. Priorizar estos criterios, te ayudará a tomar decisiones importantes, como veremos más adelante.

Ahora, haz lo mismo con tus relaciones de pareja. ¿Qué fue lo que más te gustó de cada una de ellas?

Es demasiado relevante saber qué color es el que buscas en una pareja (amorosa/sexual); ya que, de esa manera podrás ser consciente de aquellas características, físicas y de personalidad, que te podrían hacer sentir bien, pleno y feliz en dicha relación. Para ello, aparece una pregunta saludable que debe influir en las expectativas que podamos formar de alguien… ¿Cuánto tiempo debo conocer a una persona para estar seguro de su color? No es algo que se puede responder con claridad, lamentablemente.

Mientras más conozcas a alguien, tendrás más información para determinar qué color es y por lo tanto tendrás más capacidad de tomar una buena decisión para ti.

Dependiendo del tipo de vínculo que busques tener con otra persona, podrás determinar qué tanto necesitas conocer de la otra persona. Esta idea, por más simple que parezca, en realidad es ignorada comúnmente por todos nosotros. Como hemos visto en capítulos anteriores, cuando recién conocemos a alguien en realidad no sabemos mucho de los matices de su color; por lo que, si concluimos que dicha persona es idónea para que sea nuestra pareja, estaríamos cayendo en un error de ilusión.

Hasta puede pasar, que hay criterios que llegan a ser idealizados en ese primer encuentro y que en verdad no son los que priorizas en la lista que hiciste sobre características que buscas en otra persona, tanto físicas como de personalidad . Existe una razón válida por la que las parejas no suelen convivir desde el primer día que se conocen. Quizás estas etiquetas de “saliente”, “enamorado/a”, “novio/a” o “conviviente” sirvan para decirnos qué tanto debemos conocer a alguien antes de pasar a la siguiente etapa.

¿Qué color eres tú? Haz el mismo ejercicio y apóyate en los criterios que ya has identificado en otras personas. Conocer tu color y el color que buscas en otros, es un paso sumamente importante para tomar decisiones saludables en relación al universo de las relaciones de pareja.

Te has puesto a pensar, ¿qué tanto conoces a esa persona de la que tú dices estar enamorado/a , pero que sólo has visto un par de veces?

Es importante aclarar que cuando menciono la palabra color, no infiero o sugiero criterios de cultura, religión, sexualidad, estrato económico, color de piel, entre otros. recomiendo leer el artículo anterior para poder entender mejor la teoría de los colores.

Este es el séptimo capítulo de una serie de artículos que terminarán por explicar cómo las personas vemos el mundo de las relaciones y entender que las creencias cumplen un papel importante. 

Ten en cuenta que estos artículos están escritos desde la mirada de un hombre hacia una mujer, solo porque la mayoría de los ejemplos parten de mi propia experiencia. Pero esto puede aplicarse a cualquier manifestación o expresión del amor, en todas sus hermosas dimensiones.